No pretendo ser tu amiga,
ya te pillé en mentiras
y no te abriré mis alas.
Si no surgen las verdades
como diluvios de penas
no habrá cálidos laureles,
ni alegrías, ni placeres,
solo desconfiadas sombras
y ausencia de luz sincera.
No alumbraré tu mirada
con el fuego de mi hoguera.
No brillas como agua clara,
prefiero mi soledad,
pues aunque amarga,
me es mas dichosa
y me basta.
Guardas dentro algún tesoro
y eres de alegría fresca,
sabes dar buenos consejos
y celando estás al silencio,
porque te frena el decoro.
Has sentido admiración,
a veces nada
y a veces por mi sientes pena.
Dime, ¿tan ciega me aprecias?
¿no ves que busco tu habla?
¡que crees que te solicito.......!.
Busco encontrar esa llave
que abra tu puerta nublada,
ya que sé que lo que halle
es secreto y es muralla.
Mas una vez derribada
la sinceridad aguarda
y ese cruce de miradas claras,
aparecerá la que eres,
vendrá nuestro hablar a la cara.
No pretendo ser tu amiga,
mas sé que no buscas mi daño
y que tu respeto me aguarda,
tan solo espero que llegue,
esa limpiadora lluvia
de hermosas comunicativas
palabras francas.
Rosa Galdeano
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